Jorge Campos criticaba «una casta política socialista y comunista».
En el Parlamento el martes, Marc Pérez-RibasEl líder de Ciudadanos de Baleares pidió una reorganización del gobierno, argumentando que la actual composición del gobierno «no es la más adecuada para afrontar los retos de Covid-19, ya que requiere la capacidad de proponer y gestionar eficientemente los proyectos de ayuda europeos».
Pérez-Ribas criticó la ineficiencia de un gobierno que divide la gestión de la innovación entre cuatro ministerios y cuatro direcciones que son dirigidas por «tres partidos diferentes». Añadió que hay una «falta de empatía con los ciudadanos, los autónomos y las pequeñas empresas». «El el gobierno actual no es eficienteno es un facilitador y no es transparente. Hay que renovar el gobierno, hay que reducir el número de altos funcionarios y asesores, y hay que hacer una auditoría, como pidió el parlamento a propuesta de los Ciudadanos».
El presidente Armengol defendió medidas para fortalecer los principales servicios públicos y reactivar la economía. En cuanto a la eficiencia de las políticas públicas, explicó que el gobierno tiene una empresa pública para Proyectos europeos que recibirán fondos durante los próximos seis años. En cuanto al plan de empleo de emergencia del gobierno, observó que éste cuenta con el apoyo de los empleadores y los sindicatos y que el gobierno «mira de cerca la eficiencia de los recursos públicos». El Ministerio de Hacienda de la región, añadió, es «exhaustivo» en el tratamiento de los recursos públicos.
Relacionado con el número de cargos superiores, Jorge Campos de Vox pidió la eliminación del subsidio de residencia de 22.000 euros al año para todos los funcionarios del gobierno. Señaló que la bonificación mensual de más de 1.800 euros es 27 veces más de lo que recibe un oficial de la Guardia Civil como compensación por la insularidad, y acusó al gobierno de ser «un socialista y comunista casta política». Sus 209 altos funcionarios y asesores cuestan casi quince millones de euros al año.
Armengol defendió un subsidio que está vigente en Baleares desde hace veinte años y que permite a los ciudadanos que residen en Menorca, Ibiza y Formentera trabajar para el gobierno «en las mismas condiciones que los que residen en Mallorca». Sugirió que Campos estaba persiguiendo un debate «demagógico» y no contribuía en nada a la situación actual de las Baleares.