El domingo, y con motivo del Día de Baleares, el lunes, la presidenta Armengol agradeció todo lo que han hecho «miles» de profesionales, empresas y sectores esenciales. «Han apoyado los mecanismos clave que han permitido a esta sociedad resistir la pandemia. Por lo que les damos las gracias una vez más». Han sido el «músculo de esta sociedad resistente y tenaz».
Armengol intervino en el acto del Gobierno en La Lonja de Palma. Dijo que «hoy está más claro que nunca que somos un pueblo fuerte». Los baleares han aprendido «tres grandes lecciones» como consecuencia de la crisis sanitaria y económica. En primer lugar, que el plan del Gobierno anterior a la pandemia de promover una sociedad «más igualitaria y justa», una economía con un empleo de mayor calidad y un modelo de crecimiento más respetuoso con el medio ambiente sigue siendo válido.
En segundo lugar, que la pandemia ha provocado un «rápido crecimiento de la pobreza y la desigualdad», por lo que es necesario reforzar el estado de bienestar, redoblar la apuesta por la formación y el empleo de calidad, y «profundizar en una economía más redistributiva y justa». En tercer lugar, la pandemia ha puesto de manifiesto como nunca antes las deficiencias estructurales que padece Baleares desde hace «demasiadas décadas», como la la «excesiva» dependencia del sector turístico y el retraso en la diversificación a través de la tecnología, la investigación y la innovación.
La pandemia, añadió, ofrece la solución. Armengol llamó la atención sobre la respuesta europea «sin precedentes» y la próxima distribución de fondos europeos que deben ser «el catalizador de la diversificación, la modernización y la transición hacia una sociedad balear más sostenible, igualitaria y cohesionada». «El futuro está en nuestras manos. El virus puede herirnos y hacernos sufrir. Puede robar vidas y provocar lágrimas. Puede amenazar nuestros proyectos y poner en duda nuestras esperanzas. Pero no podrá vencernos. No podrá imponerse, no podrá impedir que el año que viene, cuando volvamos aquí y miremos atrás, podamos decir que juntos hemos vencido al coronavirus.»
El gobierno Medalla de orola más alta distinción de la comunidad regional, se otorgó a todos los trabajadores de la salud por los esfuerzos que han realizado. El gobierno ha querido reconocer a otros muchos y los sacrificios realizados ante un reto sin precedentes. Premios Ramon Llull Por ello, se premió a la comunidad educativa; a los residentes de residencias de ancianos y a los trabajadores; a las limpiadoras; a los trabajadores de supermercados; a las empresas que prestan otros servicios esenciales, como el transporte de mercancías. También se premió a las fuerzas de seguridad públicas y privadas, a los agricultores y pescadores, a los profesionales y voluntarios de los servicios sociales, al sector cultural y a los empresarios que reconvirtieron su actividad en respuesta a las necesidades creadas por la emergencia sanitaria.