Un informe sobre los impactos sociales de Covid en las Baleares realizado por investigadores de la Universidad de las Islas Baleares ha concluido que 320.000 personas están en la pobreza y 34.000 de ellas en pobreza severa. Esta última cifra se ha más o menos duplicado desde el año pasado.
Los hallazgos del informe se basan en un estudio realizado entre mayo y octubre. Maria Antònia Carbonero, profesora de la facultad de filosofía y trabajo social, dijo el lunes que la pandemia ha aumentado el número de personas que viven en la pobreza, con ayudas como la ingreso mínimo de vida y los ingresos sociales garantizados que llegan sólo a la mitad de esta población.
Añadió que, aunque la tasa de riesgo de pobreza es menor en las Baleares que en otras regiones, el porcentaje de riesgo de exclusión es uno de los más altos del país. Es del 21,5% y se debe a la precariedad y las dificultades asociadas a la vivienda. Carbonero advirtió que la situación empeorará durante el invierno porque no hay recursos suficientes para dar cobertura a estas personas. A pesar de la rápida respuesta de las autoridades, se han visto «abrumados».
El informe indica que la estructura económica de las Baleares, basada en el turismo, el trabajo precario y las desigualdades socialescomo el acceso a la vivienda, ya era un problema importante antes de la pandemia. Los efectos de la pandemia han variado según los ingresos y la clase social, y en su incidencia han influido factores tales como las condiciones de la vivienda y las dificultades para poder trabajar desde el hogar.
Diferencias de ingresos se destacan en el informe, por ejemplo, una media de 85.000 euros por hogar en Génova y Son Vida de Palma contra 15.000 en Camp Redó. Seis secciones del censo muestran que el 40% de la población tiene ingresos que están un 60% por debajo de la media nacional. Las poblaciones con los niveles de ingresos más bajos tienen más probabilidades de ser infectadas por el virus.